Uno de los argumentos que se manejan a favor de la imposición de los agrocombustibles, es el supuesto beneficio que podrían suponer en los países del sur, a nivel del campesinado, pequeños productores y para reactivar el campo. Nada más lejos de la realidad, pues por medio del desplazamiento, silencioso, casi siempre forzoso, y muchas veces incluso con violencia, el campo está quedando despoblado de personas y ocupado por extensos monocultivos que no requieren prácticamente de casi ningún trabajador.
El panorama es desolador. Encuentre en este post los artículos al respecto.